Viernes 18 de Mayo. 18 hrs. Terminal de Viña.
Nuevamente me encuentro con el Moise, motivo: Otra ruta en busca de quien mueve nuestro interior, no era Cobresal como tantas veces nos reunía, era la suma de todo el sentimiento albinaranja con ese maldito rock rengo, la dosis perfecta para nuestra locura.
Dos horas de viaje que se acortan con la música del pendrive, el tracklist de la posible lista de temas que tocarían en unas pocas horas más.
Para que hablar de la llegada y comprobar la realidad a la que están sometido los santiaguinos, caos total en el metro, gente a la defensiva que ante cualquier mirada o cruce de palabra descargan toda esa rabia que tienen acumulada por culpa de las “Mejorías para el Transporte”.
En media hora ya estamos en compañía de los mismos de siempre, el hogar donde compartimos nuestras historias y nuestros anhelos, junto a una o que otra cerveza o no??
- Q onda loko?? Vamos a ir al NH?? Me pregunta Moise. La respuesta es mas que clara, obvio, (aun teníamos aquella mínima esperanza de encontrarlos como el 2006 luego del concierto en el Court Central, donde solo vimos a nuestros genios de pasada y solo atinamos a decirles; AWANTE LA RENGA LOKO!!!!
Pasada la medianoche nos instalamos afuera del hotel, muertos de frío en el jeep y congelándonos mas con unas cervezas.
Media hora de espera y llega aquella Van que nos habían dateado.
Ahí es cuando todo toma otro rumbo, porque estoy ahí, no lo ves? Estaba en el lugar donde siempre había querido ir, y me preguntaba, a donde?? Donde me lleva la vida??, y era la vida la que me había llevado a estar al frente de aquellos tipos que han nutrido mi oído por mas o menos siete años.
- Trae la mochila Quillota, me dice Moise, que mochila, solo tomo la camara y me bajo.
Nada de protocolo, un abrazo del Tanque me llega sin decir una palabra antes, y así fueron llegando los abrazos de Tete, Manu y Chizzo.
Con una sencillez tremenda estuvieron compartiendo unos quince minutos, estampándola en una foto que será mi tesoro mas preciado, digna de ampliarla máximamente y ponerla en un marco.
Se despiden de nosotros, entran al hotel, y quedamos sin palabras, ahí recién me volvió el frío que reinaba aquella noche.
Habíamos vuelto a nuestra realidad, pero con un recuerdo inolvidable.
Veo las fotos que hace unos cinco minutos habíamos tomado y era increíble.
En eso estaba, cuando escuchamos la voz otra persona, era el chofer de la Van que los había ido a dejar al hotel; - Por si acaso, les paso el dato, mañana a las 11:30 a 12:00 tengo que venir a buscarlos porque deben ir a la prueba de sonido.
Nos miramos, y vimos el lienzo en la mochila, misión para mañana... Cerveza fresca para nuestra sed y volvemos al departamento.
En la foto: Satán, Chizzo, Tete, Manu, Tanque, Moise y Yo
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